El imbécil.

Desde los tiempos que el hombre es hombre, surgió la figura del imbécil, reproduciéndose de manera exponencial hasta nuestros días.

Imbécil es el que toca el botón que pone no tocar. Si estás en un semáforo siempre está el imbécil que pita nada más ponerse en verde.

Imbécil es el dependiente que no te da
cambio cuando tienes que pagar en zona azul. Imbécil es el controlador de la zona azul que te multa cuando te has pasado dos minutos. Imbécil es el que puso la zona azul e imbécil al cuadrado el que puso la zona verde.

Imbécil es una palabra rotunda, potente, que llena la boca cuando la pronuncias. Es mucho más humillante que gilipollas, que tiene un tono un poco más afectivo y cariñoso.

Imbécil es el que inventó el sistema económico actual. Imbécil es el que creó la prima de riesgo que suena más a un familiar con una enfermedad venérea que a algo relacionado con los mercados.

Imbécil es que instauró la monogamia. Imbécil es el padre que discute en un partido de fútbol de alevines. Imbécil es el que se gasta doscientos cincuenta millones de dólares en un trozo de lienzo con un marco, incluso algunas veces sin marco. Imbécil es quien disfruta quemando bosques, sobre todo en verano, ¿será porque tiene frío el imbécil?

Imbécil es el político que nos hace pensar que somos más imbéciles aún. Imbécil es el que humilla a su pareja porque su cerebro no pesa más que el cerebro de ese político.

Imbécil es el que intenta hacer una relación de las imbecilidades que el ser humano realiza, porque es una imbecilidad terminar la lista. Imbécil es el que escribe a las tres de la mañana y mañana madruga.

A quien madruga, dios le ayuda. ¡Seremos imbéciles!