sábado, 5 de diciembre de 2009

El ciudadano medio endeudado


Un pobre ciudadano medio endeudado, apremiado por la crisis, perdón, recesión económica…, esperaba en la parada del autobús.
Leyendo un folleto de venta de oro que había recogido en la marquesina, vio aproximarse al director del Banco que hace unos meses le concedió un crédito a sabiendas que su pago estaba por encima de sus posibilidades.
El pobre ciudadano medio endeudado, intentó
esconderse, pero el director le divisó y le apremió para que pagara su deuda. Con lágrimas en los ojos y proponiendo incluso relaciones deshonestas sodomitas, pidió al banquero que le concediera un corto plazo con el pretexto de que se hallaba en apuro.
Mas no logrando convencerlo, quedó con él a las diecisiete horas de esa misma tarde para traerle el único bien que poseía, una cerda que heredó de sus padres y que tenía en su salón como animal de compañía, disponiéndose a venderla en presencia de su acreedor.
En medio de la Gran Vía, y después de pelearse por un sitio con varios manteros de películas piratas, se dispusieron a vender la marrana.
Llegó un comprador preguntando si la cerda era fecunda.
-Tan fecunda es - respondió el pobre ciudadano medio endeudado- que hasta  es  extraordinaria: en verano pare hembras y en invierno pare machos.
Alucinado el comprador por lo que oyó, el banquero le exclamó:
-¡No te asombres tanto aún, porque esta cerda, además, te dará cabritos en primavera!

La desesperación es causa de grandes mentiras.

1 comentario:

  1. es una página interesantiiiisima, continúa así.
    El mangui

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